Retrocede en el tiempo mientras exploramos Chachkari, una aldea medieval tallada en la roca, grabada en la vibrante historia y cultura de Georgia. Fundada en el siglo XII bajo el reinado de la Reina Tamara, este asentamiento histórico no es solo otra aldea, sino la auténtica 'puerta del chacha', el término georgiano para el pastel de uva.
Chachkari se erige como un testimonio de la rica viticultura y las tradiciones vinícolas de la región, con un patrimonio agrícola profundamente incrustado en sus mismas paredes. La infraestructura del pueblo incluía terrazas para cultivar uvas y otros cultivos, con instalaciones de almacenamiento talladas en roca y prensas de vino que revelan el papel principal del pueblo en la industria vinícola local.
Ubicada a lo largo del desfiladero de Kura, al igual que otros asentamientos notables como Vardzia y Vanis Kvabebi, la arquitectura de Chachkari refleja la misma ingeniosidad y enfoque estratégico. Sin embargo, donde otros tenían roles defensivos o religiosos, Chachkari era una potencia agrícola. Más de cincuenta prensas de vino de roca salpican el paisaje, cada una capaz de producir hasta 4 toneladas de vino.
Un laberinto de túneles secretos una vez conectó Chachkari con la ciudad cueva de Vardzia, transportando la valiosa carga de vino y alimentos. Las uvas, cultivadas en los viñedos en terrazas del pueblo, se prensaban en el lugar antes de que el jugo fuera transportado a través de estos pasajes subterráneos hacia Vardzia.
A pesar de su abandono durante casi un siglo debido a los devastadores efectos del dominio otomano, el legado de Chachkari perdura. Los historiadores han identificado hasta 40 vides meskhetianas que aún prosperan hoy, con una planta antigua estimada en alrededor de 400 años de antigüedad.