El Monte Ararat, un volcán dormido y el punto más alto de Turquía, se encuentra en la parte oriental del país, cerca de las fronteras de Irán y Armenia. Consta de dos picos, el Gran Ararat de 5,137 metros y el Pequeño Ararat de 3,927 metros, esta montaña impresionante está envuelta en mitos, leyendas y un significado histórico.
Se cree que el nombre Ararat se originó en textos bíblicos, asirios y babilónicos. En la Biblia, el Monte Ararat fue mencionado por primera vez en el siglo VII como el lugar donde el Arca de Noé llegó a descansar después del Diluvio.
El Monte Ararat siempre ha sido uno de los principales símbolos de Armenia, ya que históricamente se ubicaba en el territorio de las Tierras Altas Armenias. En 1923, un tratado de paz redactado entre Turquía y la Unión Soviética asignó esta tierra a Turquía. La República de Armenia, que se creó tras el colapso de la URSS en 1991, aún no ha reconocido este acuerdo. Considera al Monte Ararat como parte de su territorio histórica y legalmente, e incluso el escudo de Armenia lleva una representación de la amada montaña. En Armenia, el Monte Ararat sigue siendo considerado un lugar sagrado por muchas personas.
Las leyendas del Monte Ararat han tenido una influencia misteriosa sobre el pueblo armenio desde tiempos antiguos. La montaña ha sido honrada, adorada y se cree que alberga las almas de valientes que la protegieron de ejércitos invasores. Debido a la importancia religiosa del Monte Ararat, durante siglos los armenios estuvieron convencidos de que era sagrado y que los simples mortales no podían escalar su cima.
El Monte Ararat continúa siendo una fuente de inspiración para muchos, incluidos los armenios. Sus laderas nevadas ofrecen vistas maravillosas de Turquía, Irán y Armenia, mientras que su fama e historia siguen atrayendo el interés de todo el mundo.