Con vistas panorámicas del municipio de Khulo en Ajara, la medieval Fortaleza de Khikhani se erige majestuosa, un centinela de la historia en medio del impresionante paisaje georgiano. Situada en un acantilado empinado, esta fortaleza a una altitud de 2,236 metros sobre el nivel del mar ofrece no solo una rica perspectiva histórica, sino también una belleza escénica que deja a los visitantes asombrados. La fortaleza se encuentra aproximadamente a 110 kilómetros de Batumi, convirtiéndola en un lugar de visita obligada para los entusiastas de la historia y la aventura que exploran el oeste de Georgia.
La estructura, a veces conocida como la Fortaleza de Tamar, ofrece un vistazo a la arquitectura de los siglos X al XIII con sus robustas torres, muros, una iglesia, una bodega, un pozo y un horno de piedra. A pesar de las ruinas a lo largo de los siglos, los restos parciales de la Fortaleza de Khikhani proporcionan un testimonio nostálgico de la época medieval de Georgia y del reinado de la querida Reina Tamar.
Una de las características cautivadoras de la Fortaleza de Khikhani es la tentadora leyenda del túnel secreto. Se dice que la Reina Tamar utilizaba este túnel para viajar a Zarzma y orar en el Monasterio de Skhalta. Esta conexión romántica entre la fortaleza y la Reina Tamar hace que el lugar sea aún más fascinante.
La Fortaleza de Khikhani fue construida como un lugar estratégico que supervisaba las rutas comerciales y actuaba como un refugio seguro para los nobles georgianos durante tiempos de guerra. Además de su importancia militar, muestra la riqueza cultural con su Iglesia de San Jorge construida en el siglo XIII y los restos de varios edificios que han resistido la prueba del tiempo.
El área de la fortaleza, de casi una hectárea, cuenta con una bodega bien conservada o 'Marani', que alberga cinco 'Kvevri' (grandes recipientes de barro utilizados para fermentar y almacenar vino). Estos ofrecen a los visitantes un vistazo a la antigua cultura vinícola georgiana. Los restos de la Iglesia de San Jorge y otras estructuras aumentan aún más el valor arqueológico de la fortaleza.
El acceso a la Fortaleza de Khikhani es, de hecho, una aventura en sí misma. Desde el pueblo de Bakibako, un desafiante sendero de 4 kilómetros se eleva a través de una empinada ladera boscosa. El viaje es físicamente exigente, pero las impresionantes vistas desde la cima hacen que el esfuerzo valga la pena.
En conclusión, la Fortaleza de Khikhani es una fascinante mezcla de historia, leyenda y belleza natural. Ya seas un ávido entusiasta de la historia, un amante de la naturaleza o un buscador de aventuras, esta joya georgiana ofrece una experiencia que seguramente te dejará inspirado y enriquecido.