Ubicada a 204 metros sobre el nivel del mar, a 1.5 km al noreste del pintoresco pueblo de Godogani, la Cueva de Sakazhia es más que solo otro agujero en el suelo: es un tesoro histórico. Imagina un lugar donde el tiempo ha curado cuidadosamente los restos de un mundo pasado, desde las huellas de los primitivos habitantes transcaucasianos hasta los susurros de criaturas extintas hace mucho tiempo.
La vista de Sakazhia, situada contra el pintoresco desfiladero de Tskaltsiteli y justo al otro lado del río del venerado monasterio de Motsameta, te dejará maravillado. Pero lo que hay en su interior es lo que realmente lo hace mágico.
Al adentrarte en esta maravilla de piedra caliza de 35 metros de largo y 20 metros de profundidad, no esperes la típica decoración de cuevas con estalactitas goteantes. En cambio, Sakazhia ofrece un suelo seco y firme, lo que hace que se sienta como una antigua sala de registros. Y, de hecho, ¡registros tiene!
Desde una fauna diversa que incluye criaturas como el Laemostenus y el Aleurodamaeus hasta innumerables artefactos que pintan un vívido retrato de la vida neandertal, esta cueva es el sueño de un arqueólogo. En sus profundidades, descubrirás herramientas moldeadas con la técnica Levallois, cuentas intrigantes, saquitos y cuchillos, junto con fragmentos del cráneo humano de Cro-Magnon del período musteriense. Si eso no impresiona, considera los huesos de bestias antiguas: rinocerontes, ciervos nobles e incluso leones de las cavernas.
Descubierta en 1914 y nombrada en honor al eminente científico Rudolf Virchow antes de recuperar su nombre georgiano, Sakazhia fue el primer sitio paleolítico identificado en Transcaucasia. Hoy en día, los artefactos encontrados aquí se exhiben en instituciones de renombre como el Instituto de Antropología y Etnografía en Rusia y el Museo Simon Janashia de Georgia.
Una visita a Sakazhia no se trata solo de admirar los relicarios. Se trata de respirar una era que precede a la historia registrada. Sin embargo, antes de empacar tus maletas y embarcarte en este viaje prehistórico, asegúrate de tener el visto bueno de las Áreas Protegidas de las Cuevas de Imereti. Recuerda, Sakazhia es cruda, indómita y desprovista de adornos turísticos. Esta es la historia en su forma más pura.