Repleto de misterio y significado histórico, el Museo de la Casa de Impresión Subterránea en Tbilisi abre un capítulo secreto de actividades revolucionarias realizadas entre 1903 y 1906. Durante este período, este lugar clandestino fue un bullicioso centro para los mencheviques y bolcheviques, quienes imprimieron y difundieron periódicos, libros y proclamaciones ilegales en georgiano, ruso y armenio a lo largo del Imperio Ruso y más allá.
El edificio fue ingeniosamente diseñado con planes duales. El primer diseño representaba una casa residencial normal, mientras que el segundo plan revelaba su verdadera naturaleza: un laberinto de sótanos ocultos y entradas secretas. El corazón de la imprenta albergaba una máquina de impresión de alta velocidad, contrabandeada pieza por pieza desde Bakú y ensamblada en el sótano encubierto. Las fuentes, suministradas por trabajadores de imprentas legales, añadieron a la naturaleza desconcertante de esta operación revolucionaria.
Un ingenioso sistema estaba en su lugar para advertir a los revolucionarios del peligro inminente: una campana oculta debajo de una pared. En marzo de 1906, el edificio evolucionó de una imprenta a una fortaleza, albergando el destacamento militar del Partido Socialdemócrata. También se transformó en un laboratorio de fabricación de bombas, amplificando su importancia en el próximo levantamiento armado.
Este estallido de actividad revolucionaria se detuvo el 15 de abril de 1906, cuando la policía rodeó el edificio. Durante una búsqueda intensiva, los oficiales descubrieron un túnel secreto en un pozo y prendieron fuego a la casa. Ese mismo día, se produjeron arrestos masivos de revolucionarios en toda la ciudad, lo que llevó a la captura de figuras significativas como Datiko Rostomashvili, Filipe Makharadze y Nina Alajalova.
La imprenta, a pesar de su final ardiente, fue restaurada meticulosamente a su forma original en 1937. Hoy, el edificio reconstruido alberga artefactos, fotografías y cartas de ese período revolucionario, sirviendo como un portal a un pasado lleno de intriga y desafío. Ahora pertenece a la Biblioteca Nacional del Parlamento de Georgia y se erige como un monumento conmovedor al indomable espíritu de la idea.
Ubicada aproximadamente 15 metros bajo tierra en el distrito Avlabari de Tbilisi, la Casa de Impresión Subterránea de Stalin continúa sirviendo como un testimonio del indomable poder de las ideas. Abierto todos los días de 11:00 a.m. a 06:00 p.m., el museo permite a los visitantes explorar un aspecto cautivador de la historia precomunista y ser testigos del espíritu perdurable de la revolución.