Ubicada en las amplias laderas de la montaña Urti, en la ciudad balneario terapéutica de Tsaishi, se encuentra un testimonio perdurable del patrimonio espiritual de Georgia: la Catedral de Tsaishi. Este sitio significativo en la región de Samegrelo, en el oeste de Georgia, no solo ofrece perspectivas sobre el pasado religioso del país, sino que también cautiva a los visitantes con sus encantadoras vistas del paisaje circundante.
Desde tan temprano como los siglos VI y VII, la Catedral de Tsaishi ha estado en el corazón de la narrativa religiosa de Georgia. Esta iglesia catedral, oficialmente llamada Catedral de Tsaishi de la Dormición de la Madre de Dios, forma la sede de la Diócesis de Zugdidi y Tsaishi. Es uno de los departamentos episcopales más antiguos del país, con su mención apareciendo en registros episcopales entre 602 y 610.
La historia de la catedral resuena en sus muros de piedra y en las inscripciones envejecidas. Un monumento notable de los siglos X-XI menciona al obispo Efraím de Tsaishi junto al rey Bagrat III de Georgia, marcando su importancia en los anales de la historia georgiana.
La catedral que vemos hoy fue construida entre los siglos XIII y XIV, reemplazando la basílica con cúpula del siglo X-XI que inicialmente adornaba este sitio sagrado. A lo largo de los siglos, la catedral fue testigo de varias restauraciones significativas. Una restauración notable siguió al catastrófico terremoto de 1614, liderada por el obispo Malachi, quien posteriormente sirvió como el Catolicos-Patriarca de Georgia Occidental desde 1616 hasta 1639.
Otra figura significativa en la historia de la catedral es el obispo Grigol Dadiani, quien en 1777 no solo restauró el templo principal, sino que también erigió una torre de campana de piedra, fortificó el monasterio con un muro y reunió una colección de manuscritos y libros impresos.
El complejo de la Catedral de Tsaishi, enclavado dentro de un alto cercado, consta de la Iglesia de la Virgen María, una torre de campana de dos pisos y restos del palacio episcopal. La fachada oriental conserva sus patrones ornamentales y relieves originales, mientras que las otras fachadas han sido cuidadosamente restauradas.
Más allá de su atractivo arquitectónico, la catedral también sirvió como cuna de educación en la región, con una escuela monástica funcionando en sus instalaciones hasta 1879. Tras un período de cierre durante el régimen bolchevique, el monasterio fue rejuvenecido en 1989 bajo el patrocinio del Patriarca Católico de Georgia, Elías II.
Hoy en día, los visitantes se sienten atraídos por la diversidad de ofertas de la catedral: el fresco del siglo XVII de San Jorge, la pintura del altar de la misma época y la fascinante escena de la vida de San Jorge. Los terrenos de la catedral también cuentan con un jardín de palmeras y un tilo de 600 años, con un bosque de la rara especie de árbol Zelkova cercano.
A pesar de los estragos del tiempo, los desastres naturales y los asaltos enemigos, la Catedral de Tsaishi continúa de pie, simbolizando la perdurable tradición espiritual y la destreza arquitectónica de Georgia.