Ubicado en medio de los paisajes escénicos de Svaneti, en el viaje de Mestia a Ushguli, se encuentra el enigmático 'Torre del Amor'. Esta estructura, situada sobre un gigantesco peñasco en medio del río Enguri, irradia un aura de misterio y romance, rica en relatos de amor no correspondido de siglos de antigüedad.
La torre en sí es una maravilla de la arquitectura antigua, abarcando cuatro pisos y varios metros de altura. Los pisos, que se sitúan significativamente altos unos sobre otros, están interconectados por escaleras verticales empinadas, lo que requiere una ascensión cautelosa por parte de los visitantes. Las gruesas y robustas paredes de la torre han resistido la prueba del tiempo y son un testimonio de la durabilidad perdurable de tales estructuras.
Sin embargo, es la leyenda que rodea a la torre lo que realmente la distingue. La historia cuenta de una hermosa mujer llamada Miaguli Pirveli, que se enamoró de un hábil cazador, Otia Margvelani, durante el festival de Kvirikoba. Su amor era complejo; Otia era un hombre casado con cinco hijos, y Miaguli no estaba dispuesta a interrumpir su familia.
Abatido por el dolor, Otia sucumbió a un accidente mientras cazaba y cayó en el río Enguri, encontrando su trágico final. Su esposa, incapaz de soportar la pérdida, se arrojó al río y pereció. La leyenda dice que la pareja fue reencarnada como truchas en el río. Miaguli, conmovida por su destino, hizo construir la torre donde eligió pasar el resto de su vida, alimentando diariamente a los peces que creía albergaban las almas de los amantes desafortunados.
Durante los períodos de bajo nivel de agua en el Enguri, una clara fuente emerge de la base del peñasco, conocida localmente como 'las lágrimas de Miaguli'. La fuente realza aún más el atractivo romántico de la torre, añadiendo un elemento de intriga y tristeza a su fachada estoica.
Una versión diferente de la historia de la torre se refiere a una esposa desconsolada, que después de la muerte de su esposo en la guerra, vivió en la torre, esperando su regreso. Esta existencia solitaria en medio de los paisajes escarpados de Svaneti encarna la belleza melancólica y la fortaleza que representa la torre.
Entrar en la torre es como adentrarse en un conmovedor fragmento de historia. La estructura es similar a una casa regular de cuatro pisos, aunque con el desafío adicional de escaleras en forma de escalera y pisos simples de troncos. La oscuridad en su interior, iluminada solo por las escasas ventanas, realza el aire de melancolía asociado con la torre.
La Torre del Amor no es solo una historia de amor perdido; es un testimonio de la arquitectura histórica de la región. Entre los siglos IX y XII, muchos lugareños vivieron en torres similares, representando una era única de la arquitectura georgiana. Este elemento de contexto histórico añade profundidad a la importancia de la torre, convirtiéndola en un monumento de visita obligada para cualquiera que explore la belleza escarpada de Svaneti.