Erguido resplandeciente en una pequeña rama de la principal cresta de la cuenca del Cáucaso se encuentra el Pico Chatini, una gloriosa cumbre montañosa ubicada en la aldea de Mazeri, dentro de la comunidad de Becho, en el municipio de Mestia. El pico cuenta con una imponente elevación de 4412 metros sobre el nivel del mar, atrayendo a los aventureros con sus impresionantes vistas y emocionante ascenso.
Creado por granitoides paleozoicos, Chatini, también conocido como Chatintau, se eleva en el flanco sur de la principal cordillera montañosa de Svaneti Kavkasioni. La cumbre es un punto de referencia reconocido en la región Samegrelo-Zemo Svaneti de Georgia. Sus alrededores se caracterizan por un paisaje nival, lo que significa que soporta un clima severo, frío y nevado que transforma el área en un impresionante paraíso invernal.
El poderoso Pico Chatini no es simplemente una entidad imponente. Alberga dos impresionantes glaciares, Guli y Ushba, que descienden majestuosamente de la ladera de la montaña. La región alrededor de Chatini es una magnífica mezcla de los elementos crudos de la naturaleza. Presenta un paisaje fascinante cubierto de escombros, hielo y nieve, intercalado con áreas de hielo agrietado y también con una cresta rocosa.
Desde la elevada cumbre, fluyen arroyos que alimentan el Glaciar Chalaati. Este constante suministro desde el pico contribuye a un ecosistema alpino dinámico y en constante cambio.
Sin embargo, el Pico Chatini no es para los de corazón débil. Su complejidad de ruta está clasificada como 3a, lo que lo convierte en un desafío significativo incluso para montañistas experimentados. Por lo tanto, se recomienda que la escalada sea realizada por escaladores con experiencia, mientras que a los principiantes se les aconseja emprender esta expedición con un guía experimentado. Los mejores meses para escalar son de junio a septiembre, siendo los meses más cálidos un entorno de escalada ligeramente más indulgente.
La primera ascensión registrada del pico por escaladores de la Unión Soviética ocurrió en 1937, marcando un capítulo notable en la historia del montañismo de la región. Hasta el día de hoy, el Pico Chatini continúa cautivando a escaladores de todo el mundo con sus desafíos únicos y la recompensa de vistas panorámicas inigualables desde su cumbre.