Escondida dentro de la vasta extensión del complejo monástico de David Gareja, se erige un edificio que guarda siglos de secretos: la Iglesia Dodo o, como la llaman cariñosamente los locales, "Rka de Dodo" (Cuerno de Dodo). Ahora, ¿quién es este Dodo, te preguntas? ¡Bien, siéntate y viajemos a través del tiempo!
Dodo fue un devoto estudiante de David Gareja, inspirado por la pasión de este último por promover el cristianismo en Georgia. No era un estudiante cualquiera; estaba tan motivado que fundó la Iglesia Dodo en el dinámico siglo VI. Pero, al igual que cualquier joya histórica, esta iglesia fue testigo de los estragos del tiempo, enfrentándose a múltiples ataques a lo largo de los años. Mongoles, Teymurilars, selyúcidas y safávidas—muchos intentaron borrar su esencia, dejándola desierta y en ruinas repetidamente. Sin embargo, como un fénix, la iglesia siempre logró resurgir.
Ahora, cuando se trata de arquitectura, imagina un rico tapiz de cuevas que se extienden desde el siglo VI hasta el XVIII. A medida que paseas, la sala principal, que data de la época dorada de los siglos XI-XIII, se despliega ante ti. Las paredes están adornadas con intrincados frescos que son tanto hipnotizantes como históricamente significativos. Imagina a Jesús, exudando serenidad, sosteniendo un libro inscrito con el alfabeto georgiano. A su alrededor, arcángeles como Miguel y Gabriel, y querubines miran hacia abajo.
Para atestiguar aún más su grandeza, durante los siglos XI y XIII—un período de renacimiento para Georgia—la iglesia evolucionó para convertirse en un monasterio real. ¿Y adivina qué? ¡Incluso tenían una escuela de pintura de frescos y arquitectura! En el lado oriental, se despliega una capilla con una miríada de santos, historias y la venerada Madre de Dios.
Así que, si estás ansioso por un viaje que cautivará tus sentidos y te proporcionará una profunda comprensión de la historia georgiana, ¡la Rka de Dodo te espera!