Ubicado en un acantilado con vistas a la ciudad de Akhtala, el Monasterio de Akhtala del siglo X, también conocido como Pghindzavank, se erige como una impresionante fortaleza y testimonio del patrimonio religioso y artístico de Armenia. Rodeado por profundos cañones en tres lados, el complejo monástico y la fortaleza fueron construidos durante el reinado de la dinastía Kiurikian y desempeñaron un papel crucial en la protección de las regiones noroccidentales de Armenia.
El complejo del Monasterio de Akhtala incluye la iglesia principal dedicada a San Astvatsatsin (Santa Madre de Dios), un pórtico con una capilla-sepulcro, muros de fortaleza, una torre y puerta del siglo XIII, celdas de monjes, una casa de baños y restos de otras estructuras. El sitio es conocido por sus frescos altamente artísticos, que adornan las paredes interiores, particiones y soportes de la iglesia principal.
El nombre original del monasterio, Pghndzahank, se refería a los ricos depósitos de cobre encontrados en la zona. Se cree que el nombre moderno, Akhtala, tiene orígenes túrquicos, significando "pradera blanca". Durante finales del siglo XIX, el arqueólogo francés Jacques de Morgan realizó excavaciones cerca de Akhtala y descubrió 576 sepulcros de piedra y varios objetos culturales que datan del siglo VIII a.C.
La fortaleza en sí fue construida sobre cimientos de la Edad de Bronce y de Hierro y presenta muros y torres construidos de basalto azulado y mortero de cal. Su ubicación estratégica y defensas naturales la convirtieron en un bastión crucial durante la turbulenta historia de Armenia.
Hoy en día, el Monasterio de Akhtala sigue siendo un importante sitio cultural e histórico, atrayendo a visitantes interesados en el rico pasado religioso y artístico de Armenia. Explorar esta antigua fortaleza-monasterio ofrece una visión única de la historia de la nación, su destreza arquitectónica y su fe perdurable.