Escondido en Tbilisi se encuentra el Jardín Mushtaidi, una encantadora mezcla de significado histórico y encanto contemporáneo. Conocido por una multitud de hitos como el primer ferrocarril infantil del mundo, el primer despegue de un globo aerostático en Transcaucasia, y como punto de encuentro del célebre Niko Pirosmani y la cantante francesa Margarita, el Jardín Mushtaidi ofrece un paseo a través de la historia.
La historia del jardín se remonta a la década de 1830, cuando fue cultivado por Mir Feteagha Seyyed Tabriz, un mujtahid de Irán que encontró refugio en Tbilisi, supuestamente por amor a su esposa georgiana. Pasó al Tesoro del Estado en 1853 y pronto se convirtió en un centro para paseos públicos, exposiciones y diversas actuaciones.
El Jardín Mushtaidi se extiende por 16 hectáreas, ofreciendo una multitud de experiencias. Alberga un impresionante bosque de Zelkova, con árboles relictos que contribuyen a la vasta colección de especies de plantas únicas del jardín. Junto a la flora, el Museo Estatal de la Seda, establecido en 1887 y uno de los más antiguos del mundo, tiene su hogar aquí.
Un punto destacado es el ferrocarril infantil establecido en 1935, un innovador esfuerzo educativo destinado a enseñar a los niños a conducir un tren. Continúa siendo una atracción popular entre los jóvenes visitantes, quienes disfrutan de un paseo en los tres vagones de tipo abierto.
Las atracciones modernas se mezclan armoniosamente con la estructura histórica del jardín. Hay un anfiteatro que alberga eventos de entretenimiento regulares, parques infantiles, un teatro de verano y cafeterías, entre otros. Una granja agrícola establecida en el siglo XIX sigue siendo un punto de interés, con un restaurante, un bar de aperitivos y un teatro al aire libre que mejoran la experiencia del visitante.
Hoy en día, el Jardín Mushtaidi es un lugar apreciado tanto por los locales como por los turistas para caminar, descansar y disfrutar del tiempo libre. Ya sea que te fascine la curva de los espejos o la exuberante extensión verde, el jardín invita a todos a un viaje único a través de la historia, ofreciendo un espacio idílico para relajarse y disfrutar de la vibrante cultura de Tbilisi.