Tskhrajvari, que significa "nueve cruces", es un venerado santuario de San Jorge situado en la región de Imereti cerca del Paso Nakerala, a una altitud de aproximadamente 1500 a 1569 metros sobre el nivel del mar, en la frontera de las regiones de Imereti y Racha. Con vistas al oeste de Georgia, ofrece panorámicas impresionantes del Mar Negro, las tierras bajas colquidas y los picos nevados del Cáucaso en días despejados. El sitio está impregnado de leyendas e historia local, marcado por un paisaje dramático y relatos que se conectan profundamente con el tejido cultural de la región.
El origen del santuario está ligado a una historia de fe y resistencia. Una leyenda relata cómo un padre, desesperado por el regreso seguro de sus nueve hijos enviados a la guerra, llevó nueve cruces montaña arriba, estableciendo un santuario en su honor. Milagrosamente, sus hijos regresaron a casa ilesos. Otra leyenda cuenta la historia de los hermanos Sopromian, quienes, tras huir de Svaneti debido a un asesinato, buscaron el favor divino al liberar una paloma que los condujo a esta cima montañosa. Construyeron el santuario a un gran costo personal, perdiendo a muchos en el esfuerzo, y prometieron honrar al Señor anualmente. Incluso hoy, la familia Sopromadze mantiene esta tradición, reuniéndose cada último sábado de mayo para celebrar "Tskhrajvaroba" y absteniéndose de carne en una muestra de reverencia.
Cerca del santuario se encuentra una cueva única, añadiendo otra capa de intriga al sitio. El viaje a Tskhrajvari comienza cerca del Paso Nakerala, donde pasa la carretera que conecta Tkibuli y Ambrolauri. Desde el paso, el sitio se encuentra a 3 kilómetros, que implica un tramo de 1 kilómetro de camino de tierra seguido de un sendero de dificultad media de aproximadamente 2 kilómetros. El sendero, que serpentea a lo largo de un borde de acantilado, exige precaución y es mejor realizarlo con equipo de senderismo. Las temperaturas de verano promedian 18.5°C, lo que lo convierte en una caminata relativamente placentera, aunque los desafíos del camino requieren una preparación cuidadosa.
Tskhrajvari no es solo un destino, sino un hito cultural, su santuario es un testimonio de creencias perdurables y la profunda necesidad humana de buscar consuelo y esperanza en lo divino. Su festival anual y las leyendas que dan vida a las piedras del santuario resuenan con los visitantes que vienen a rendir homenaje, reflexionar sobre su pasado histórico y disfrutar de los impresionantes panoramas que se extienden por toda Georgia.