Ubicada en la cima del pueblo Nogha en Samegrelo, la fortaleza Nogha del siglo XVI-XVII se erige como un centinela del tiempo. Inicialmente bajo la posesión de los Jaianis, más tarde sirvió como un bastión estratégico para los Dadianis.
Con una considerable extensión, la fortaleza presenta una arquitectura de doble muralla elipsoidal adornada con cuatro torres distintas. Las torres norte, oeste y este siguen un plano de planta circular, lo que añade atractivo arquitectónico a la fortaleza. En cambio, la torre sur se desvía con su forma cuadrada distintiva, impartiendo una simetría única a la estructura.
Construida con una variedad de piedras y unida con mortero de cal, la fortaleza es un testimonio de la meticulosa artesanía de la época. Las dobles cercas y las torres se encuentran aproximadamente a dos metros de distancia, manteniendo una proporción equilibrada.
En la actualidad, las torres ofrecen vistas cautivadoras de los pueblos vecinos de Chkhorotsku y Martvili. Sin embargo, en la Edad Media, cumplían una función crucial: controlar la vasta área circundante, ofreciendo una ventaja estratégica a sus habitantes.
A solo 3 kilómetros del pueblo por un camino de tierra, la fortaleza es fácilmente accesible, dando la bienvenida a los visitantes para sumergirse en su rica historia.
Entre 2015 y 2019, la fortaleza underwent significant rehabilitation. Hoy, completamente reconstruida, se erige como una joya preservada, narrando historias del ilustre pasado de Georgia y sirviendo como un faro del paisaje histórico de Samegrelo.