Ubicada en una colina en la rama occidental de la costa del Mar Negro, la Iglesia de la Santa Trinidad, o Iglesia Sameba de Batumi, se erige como un santuario venerado en medio de la pintoresca Cordillera de Adjara-Guria. Situada a 400 metros sobre el nivel del mar, este sagrado edificio ofrece vistas hipnotizantes de Batumi y del extenso Mar Negro.
La historia de la Iglesia de la Santa Trinidad es una de resiliencia y renacimiento. Construida inicialmente en la segunda mitad del siglo XIX, permaneció intacta hasta 1875. Sin embargo, fue víctima de la Guerra Ruso-Turca de 1877-1878 cuando fue volada por los otomanos. A pesar de esto, la iglesia continuó sirviendo como un faro de fe para la comunidad local.
El siglo XX vio a la iglesia temporalmente reutilizada como almacén, con inventario agrícola guardado dentro de sus muros. Pero el espíritu perdurable de la comunidad ortodoxa multinacional de Batumi llevó al renacimiento de la iglesia. Bajo el liderazgo de Grigol Pukhno y Luka Shevchuk, se recogieron firmas y se envió una petición al Católico-Patriarca Georgiano Kalistrate (Tsintsadze) para restaurar la función de la iglesia.
En 1947, la Iglesia de la Santa Trinidad reabrió sus puertas. La congregación, liderada por Luka Shevchuk, pronto contaba con un coro de 30 personas y continuó prosperando. Trágicamente, la catedral fue completamente destruida por un incendio en 1976, lo que hizo necesario construir un nuevo templo sobre los cimientos del quemado.
La reconstrucción de la Iglesia de la Santa Trinidad comenzó el 7 de septiembre de 2002. Financiado por Shalva Breus, un empresario georgiano de Rusia, el proyecto vio la creación de dos templos, formando un hermoso complejo monástico. La generosa contribución de Breus a la reconstrucción de la iglesia fue honrada por Ilia II con la Orden de San Jorge.
Con vistas a Batumi y al Mar Negro, el complejo de la iglesia incluye un convento, situado justo detrás de la catedral. La Iglesia de la Santa Trinidad hoy se erige como un símbolo de resistencia y fortaleza espiritual, resonando la resiliencia de su fiel comunidad a través de los tiempos. Las oraciones litúrgicas se celebran cada sábado, reuniendo a los creyentes en un ambiente de paz y serenidad. Los esfuerzos de restauración en curso aseguran que la iglesia mantenga su magnificencia original mientras abraza el espíritu contemporáneo de Batumi.